Texto y fotografías: Andrea Guedella

Voy al circo.

Como cuando era chica

Llevo mi ojo loco, enfermo de tanta luz, alegría y alboroto.

Me reiré, aplaudiré y soñaré sin dormir, como siempre.

 

La vida a veces pende de un hilo,

Y con el “genio” – la cuerda- descubro con certeza

lo que es sentir ese vacío.

 

Me quedaré a volar por un tiempo entre luces, humos y músicas.

Me sentiré casi un ángel con nariz y boca rojas .

Tomo la cámara y la llevo a mi pecho, inspiro.

Listo.

Lista.

Ya es la hora y comienza la verdadera función.

Se apagan las luces, estalla el sonido de un platillo, todo se enciende y yo, ya:

en la piel del circo!