Fotografías y texto: Juan Martín Ferro
La historia del sumo se remonta a tiempos antiguos de la historia de Japón. Se mencionó por primera vez en el 712 en el Kojiki (Crónica de las cosas antiguas), primer libro japonés del que se tiene conocimiento. Relacionadas con el sintoísmo, las competencias eran un acontecimiento organizado para interceder ante los dioses y conseguir buenas cosechas. Éste es el motivo por el que, aún hoy en día, la batalla tiene lugar bajo un tejado que se asemeja al de un santuario sintoísta suspendido del techo, y por el que se extiende sal para purificar el campo de combate durante los rituales preliminares.
Las fotos fueron tomadas en el 18° Campeonato Sudamericano de Sumo en el Centro Okinawense de Argentina.