Texto y fotografías: Fernando Di Francesco

Hace dos mil años, Séneca decía que “La Religión es algo verdadero para pobres, falso para sabios y útil para dirigentes”.

Hace doscientos, Napoleón Bonaparte fue un poco más allá y sentenció que “Es lo que evita que el pobre mate al rico”.

 En estos tiempos, donde las necesidades se agigantan día a día, quien transite por barrios del conurbano se verá interpelado por frases que anuncian la pronta venida de Cristo, milagros, o que quien cree en el Señor tendrá a salvo tanto su alma como también su casa.

 Frases acompañadas de afiches con pastores muy similares a los de los políticos en campaña. Frases apuntadas a personas que necesitan un cambio de suerte

 Con este trabajo intento dar registro de esas múltiples invitaciones a comenzar una nueva vida colmada de bendiciones, oportunidades y hasta encuentros sobrenaturales con las que se ven tentados los habitantes de estos barrios.

Para ello, recorro el conurbano bonaerense desde el primer al tercer cordón, buscando imágenes de este fenómeno esperanzador, donde la oportunidad de encontrar dicha y prosperidad se hace latente en las fachadas de las iglesias pero también en lugares inverosímiles, reforzando la idea de que la solución a los problemas está a la vuelta de la esquina.

Elijo fotografiar desde la frontalidad para acompañar a las imágenes con cierta geometría y una estética en común. Frontalidad en la representación sobre la que Mark Rothkodecía que “revela la verdad y destruye la ilusión”.

Claro está que aquí la ilusión la ponen otros y quizá mi intención con este trabajo sea la búsqueda de pistas para pensar ¿quién detrás de Dios la trama empieza?