Texto y fotografías: Giselle Otero
La búsqueda surge por mi deseo de integrar dos pasiones: la fotografía y la danza, el movimiento en la imagen, la relación que surge entre un cuerpo y el espacio escénico, maneras de mirarlo, vibrarlo, capturarlo desde la fotografía variando recursos que resalten lo poético de ambos lenguajes.
Un poco inspirada en un fragmento de; “El cuerpo utópico” -( Michel Foucault 1966 ) –
Cuerpos atravesados y a su vez que atraviesan un espacio, ocupando y creando nuevas formas que se contraen y expanden en luz y sentido en libre abstracción utópica.
“La utopía es un lugar fuera de todos los lugares, pero es un lugar donde tendré un cuerposin cuerpo, un cuerpo que será bello, límpido, transparente, luminoso, veloz, colosal en su potencia, infinito en su duración, desligado, invisible, protegido, siempre transfigurado; y es
bien posible que la utopía primera, aquella que es la más inextirpable en el corazón de las personas; utopía de un cuerpo incorpóreo.”
Mi cuerpo, topía despiadada. ¿Y si, por fortuna, yo viviera con él en una suerte de familiaridad gastada, como con una sombra, como con esas cosas de todos los días que finalmente he dejado de ver y que la vida pasó a segundo plano, como esas chimeneas, esos techos que se amontonan cada tarde ante mi ventana?