El milagro
texto y fotografías: José Gallegos
Según la tradición católica, el 12 de diciembre de 1531 la Virgen de Guadalupe se le apareció por cuarta vez a un indígena chichimeca llamado Juan Diego. En los tres primeros encuentros, la Virgen le solicita que vaya a hablar con las autoridades eclesiásticas, a fin de que se le construya un templo. El obispo y otros no creen en el relato del indígena. El cuarto encuentro es decisivo: la Virgen le ordena recolectar unas rosas para que se las muestre al obispo incrédulo. Al dejar caer las flores de su ayate, la imagen de la Virgen queda al descubierto milagrosamente impresa sobre la tela.
Desde el siglo XVII, la veneración por la imagen religiosa de la Virgen de Guadalupe ha ocupado un lugar fundamental en las creencias religiosas de la mayoría de los mexicanos. En prácticamente todas las ciudades, el día 12 de diciembre es una fecha importante que se celebra yendo a la iglesia y realizando distintas actividades, tanto religiosas como mundanas.
En la ciudad de Oaxaca, como en muchas otras, son instalados diversos dioramas que representan dicha escena religiosa como telón de fondo para que las familias acudan a tomarse fotografías que sirvan de recuerdo de aquella fecha. Además de las obligadas esculturas de ambos personajes, se enfatiza aquella utilería cuyo trasfondo simbólico es el origen indígena y campesino de Juan Diego: ropa de manta, caballos o burros, y utensilios de cocina. Cada año, desde la tarde del 11 de diciembre, alrededor de 40 grupos de fotógrafos prestan sus servicios en la iglesia de Guadalupe local: construyen su diorama lo más realista que pueden, imprimen y venden sus fotografías, normalmente en forma de calendarios. Para el día 1 3, han desmontado todo. Aunado a la fiesta religiosa, una feria y un mercado son instalados en los alrededores de la iglesia. Las familias de feligreses rezan, comen, compran y juegan durante estos días.
“El milagro” se articula alrededor de dichos escenarios y sus protagonistas. Me interesan los ecos que se producen en torno a la creación de imágenes, su subjetividad, andamiaje y tramoya que las sustentan, así como el valor adjudicado por nosotros a esos trozos de aparente realidad.